Muse

Con zapatitos nuevos y ropita comprada en el último viaje a Amsterdam tomamos el tren para el Agannis Arena donde Muse se presentaría. No podía contener la emoción y se me hizo nada la espera, a las 8 en punto empezaron, tendrían que ser ingleses. El acto de apertura eran unos chamacos moquientos que veían directo del garage de la casa de su mamá. Entre la pena de no saber quienes eran nos aguantamos las ganas de preguntar, pero había una que otra chavita que cantaba las inteligibles letras a coro.

Fui al baño y ví que vendían camisetas con la leyenda Cold War Kids, pinnggggg duuuhhhh así se llaman estos nenes, perdón si es que les gustan, pero neta que no me hicieron ni cosquillas.

Después de una hora de apertura, se hizo el silencio, se hizo la obscuridad...a los primeros acordes todos volvimos a nacer. Sacudimos la cabeza a ritmo de todas las rolas entre mis gritos de "Matthew házme un hijo" El más blanco que la leche se repartía entre la guitarra, las letras y el piano.

Nos importó poco ser una de las parejas más veteranas, habían más viejos que nosotros eso nos dio un poco de tranquilidad (aunque sólo fue por un instante) porque después nos dimos cuenta que aquellos más recorridos habían llevado a sus hijos ya adolescentes...me cago en la discriminación por edad y en todo lo que Big Brother dice que debo de haber hecho para este punto en mi vida.

Adoro la música, mi vida no sería sin ella...

Saliendo le digo al Chukus: "Si yo tuviera 19 años me iría de groupie de Muse" y el Chukus serio me contesto: "Hasta yo lo haría"